domingo, 22 de mayo de 2011

Taj Mahal

Encierra una triste historia de amor, Mumtaz Mahal, segunda mujer del emperador musulmán Sha Jahan dio a su esposo catorce hijos, pero falleció en el último parto y el emperador, desconsolado, inició casi enseguida la construcción del Taj como ofrenda póstuma. Todos los detalles del edificio muestran su naturaleza romántica, y el conjunto hace alarde de una estética espléndida. Es de admirar la simetría que guarda el edificio por completo, pero como curiosidad, sólo hay una cosa que lo rompe, la tumba del emperador, que su hijo con posterioridad decidió que descansara junto a su esposa, perdiendo la perfecta armonía simétrica.

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